YAMAHA YZ125 2017. ESCUELA DE CAMPEONES
Yamaha es la única fábrica japonesa que, a día de hoy, sigue teniendo en su catálogo y sigue evolucionando, motos de 2 tiempos. Además desde el año pasado, con su YZCUP 125, donde los chavales españoles pueden competir con la base de la YZ125, por el título nacional de MX125, la marca de los tres diapasones promueve la cantera, con jugosos premios y con el aliciente final de competir contra los mejores pilotos europeos de las diferentes YZCUP. Aunque la competencia parece situarse por encima de la YZ125, ya vimos el año pasado no es sólo una base válida, sino que es la base de la moto campeona de España de125 en 2016.
EL ESCANNER/LA FICHA TÉCNICA
La YZ125 2017 cambia muy poco respecto al modelo 16, como ya es habitual en Yamaha, y este año aun se pude decir que cambia algo, a parte de los adhesivos que cada año se actualizan, la única novedad es la introducción de un disco de freno delantero de 270 mm, antes 250mm, como toda la familia offroad, y es que los tiempos cambian y los frenos han de ponerse a la altura de la competencia. El resto de la moto tiene la misma base desde hace una década, pero a fe que sigue siendo una base válida para los tiempos que corren, con una potencia de 34 cv, se sitúa detrás de la competencia, unos 4 cv respecto a KTM/Husqvarna, y eso en una moto pequeña es mucho decir, pero como no estamos juzgando una moto para alta competición, con esta cifra de potencia, unida a un chasis super ligero, y unas suspensiones rozando el sobresaliente, es más que suficiente, y tenemos un conjunto que nos permitirá disfrutar de la conducción de fin de semana, y si de alta competición se refiere, con un poco de trabajo, la YZ cuenta con la base necesaria para ganar un campeonato, y si no que se lo digan a Joel Antón.
AL PAREDON/ LA PRUEBA
Para la prueba de la YZ125, elegimos el circuito de Ontígola, un circuito perfecto para poder exprimir las virtudes de la YZ, ya que cuenta con un poco de todo, zonas reviradas, combinadas con zonas de velocidad, y saltos de todo tipo, esto unido a un terrero óptimo nos va a permitir sacar las conclusiones necesarias de este juguete.
Nos ponemos en marcha, patada con ayuda del gas, y que sonido!!, el suave tintineo del pistón nos produce una sonrisa dentro del casco, hoy toca pasárselo bien. La primera sensación encima de la moto es de ligereza, y de un conjunto pequeño, esto unido a un tacto aparentemente blanco de las suspensiones, nos da la sensación de que estamos sobre una moto más pequeña de lo que en realidad es, ya que es válida para cualquier talla y edad, eso desde luego. Estriberas anchas y bien posicionadas, y embrague de cable, supuestamente detrás de la competencia, pero que después de abusar, quizá en exceso, no da ningún síntoma de fatiga.
Los primeros virajes sobre el circuito de Ontigola nos confirman las primeras impresiones, la moto es un autentico juguete, toma las curvas con una simple insinuación, cambios de dirección con una rapidez de vértigo, control en los saltos total que nos permite jugar con la moto en el aire, en definitiva una agilidad felina que es lo que se presupone en una moto de 125, pero la YZ también posee una estabilidad digna de mención, evidentemente es una moto nerviosa, pero el compromiso que da entre agilidad y estabilidad está fuera de toda duda, dejando atrás el tópico de que las 125 son my nerviosas, aunque en esto, mucha culpa la tienen las excepcionales suspensiones que monta la moto, no nos cansamos de alabar las KAYABA SSS, la mejor horquilla que hoy en día puede montar una moto, por delante de cualquier horquilla de “aire”, y además la puesta a punto que equipa la YZ, roza la perfección, el primer recorrido de la horquilla aporta una sensación de blanda, pero nada más lejos de la realidad, esta horquilla absorbe los pequeños baches de manera excepcional, pero es que además los saltos al plano o los grandes baches, son menos con esta horquilla, que manera de trabajar, lo dicho un sobresaliente, todo esto acompañado con el genial trabajo del amortiguador, que acompaña en todo momento a la horquilla, y aunque, aquí sí, nos pareció que el setting estaba un poco blando para nuestro peso, no interfirió en ningún momento en el buen hacer del equipo de suspensiones. Museos y arte en España
¿Qué bien funciona el motor!, esto es lo primero que sentimos nada más bajarnos de la moto, corre mucho, pero lo hace con una banda de potencia mucho más aprovechable de lo que uno espera en un molinillo de 125, no nos engañemos, la moto no posee unos bajos lo que se dice aprovechables, pero algo hay, y la transición de medios a la zona más aprovechable es bastante aceptable, para alguien que está acostumbrado a los motores 4 tiempos y sus 
“ayudas”, cuesta acostumbrarse, pero en el momento que le coges el “truco”, se puede rodar muy deprisa, y la ausencia del freno motor, unido a la necesidad de llevar el motor muy alto de vueltas, te lleva a pasar por las curvas a mucha velocidad, utilizando los exteriores con más asiduidad y dando una sensación de velocidad constante que te saca la sonrisa debajo del casco, todo esto unido a que el motor en la zona aprovechable corre mucho, nos hará rodar mucho más rápido de lo que podíamos imaginar antes de subirnos en la moto, de hecho las primeras vueltas nos cuesta un poco medir los saltos, pero conforme vamos acostumbrándonos al motor, rodamos tan cómodos o más que con una 250 4t. Los frenos ayudan a dar la sensación de tener todo controlado, el cambio en el disco delantero aporta un mejor tacto, además de más potencia por supuesto, con lo que la moto en este apartado va sobrada, el trasero un poco brusco, pero cuestión de rodar las pastillas y acostumbrarse al tacto un poco seco.
Después de rodar con la YZ125, nos deja un muy buen sabor de boca, estamos ante una moto que está fundamentalmente enfocada a jóvenes pilotos que vienen de motos de 85 cc, pero como hemos podido comprobar, es válida para cualquier aficionado y edad, que un poco cansado de los motores 4 tiempos, quieran una moto que le exija más en la conducción, pero que le aporte sensaciones únicas y mejora constante en su pilotaje, y si la opción es la competición, con un poco de trabajo en el apartado motor, podemos tener una magnifica moto a la altura de la competencia, que como vimos el año pasado, se proclamó campeona de España en las manos de Joel Anton, demostrando que pude ser una perfecta escuela de los próximos campeones.
Texto: HMB
Fotos: María Serrano
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2024-10-10
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